¿Hay algún interesado en el Blu-ray en la sala? Pues si alguien encuentra alguno, que sepa que este LG BD370 es un reproductor Blu-ray de alta definición en el que la conexión a Internet juega un papel fundamental. Por un lado, su acceso a la red permite disfrutar de las opciones BD Live 2.0. Es decir, contenidos extra interactivos que incluyen algunas películas, como escenas eliminadas o concursos online. Por otra parte, dispone de acceso a YouTube, con el que las horas de entretenimiento están aseguradas contemplando videoclips, recopilaciones de golpes en bicicleta y todo el material alojado en el famoso portal de vídeos. Eso sí, con una calidad muy baja.

Para obtener mejor calidad, hay que utilizarlo con películas con calidad Full HD (1080p) en el formato de “disco azul”. Sí, ese formato de DVD que cuestan más caros que el DVD tradicional. Menos mal que también admite archivos de vídeo codificados en DivX, imágenes en JPEG y temas musicales almacenados en MP3, además del popular formato contenedor Matroska. Dichos ficheros pueden estar grabados en discos DVD o CD. Pero igualmente puede leerlos si están guardados en un lápiz de memoria, pues cuenta con un puerto USB para ello. Incluso es posible descargar en el lápiz, el material adicional de las pelis que comentábamos anteriormente.

Para conectarlo al televisor, el LG BD370 cuenta con una salida específica HDMI. Para el audio es compatible con Dolby TrueHD y DTS-HD, ambos sistemas sin compresión para disfrutar de la experiencia del cine en casa sin pérdida de calidad.

Lleva un modo llamado Express Reaction, con el que nos intentan convencer de que el equipo sólo tarda quince segundos en estar listo, desde que lo encendemos hasta que termina de cargar el disco correspondiente. Como si esa marca de tiempo fuera para presumir. Su precio oficial en España es bastante razonable, pues se vende por 300 euros. Muy por debajo de lo que encontramos en otros reproductores Blu-ray con Internet.