El BeoSound 5 es el último invento de Bang & Olufsen para vender un dispositivo de lo más común a un precio disparatado, justificándolo sólo porque lleva impreso el nombre de la firma nórdica. Porque ni de lejos este servidor musical compensa los 4.600 euros que cuesta hacerse con él en España. Por mucho que pueda presumir de diseño y elegancia, el apartado técnico es de lo más normalito.

Consiste en una pantalla LCD de 10,4 pulgadas (resolución de 1.024 x 768 píxeles), a través de la que se puede suministrar canciones a otros equipos. Una interfaz basada en Windows XP en la que, utilizando su rueda lateral, vamos navegando por los diferentes álbumes mientras visualizamos sus portadas y la lista de canciones.

Dichas canciones ni siquiera están almacenadas en el BeoSound 5, sino en un aparato aparte llamado BeoMaster 5. Y que, por supuesto, se vende aparte. Por si alguno pensaba que estaría incluido en los 4.600 euros. Y que, por cierto, no es otra cosa que un simple disco duro de 500 gigabytes, en el que se guardan los temas musicales en formato MP3, WMA, WAV, ASF o AAC. También se pueden agregar archivos de vídeo en MPEG, AVI o WMV, mientras que las imágenes estáticas deben almacenarse en JPEG, BMP y demás. Nada que no pudiese hacer cualquier otro disco duro externo.

Si acaso podríamos destacar la función MOTS (“More Of The Same”, o “más de lo mismo” en nuestro idioma). Una herramienta que se encarga de confeccionar automáticamente listas de reproducción, basándose en las características de cada canción. Es decir, que si nos da por escuchar un éxito de Luis Miguel, el mismo aparatito nos propondrá una selección de todos los boleros románticos que se le parezcan.

Para conectarlo en red cuenta con Ethernet, pues ni siquiera posee una cómoda conectividad Wi-Fi inalámbrica. Sobre todo por aquello de que los amantes del lujo desorbitado sienten un amor inversamente proporcional a los cables. Sí posee una interfaz HDMI de alta definición, pero sólo de entrada y no de salida. Así que hay que conformarse con sus conexiones de vídeo por componentes, compuesto y S-Video. Aparte de sus salidas de audio estéreo analógica y digital S/P-DIF, o sus tres puertos USB. Muy bonito por fuera, desde luego, pero que este BeoSound 5 cueste 4.600 euros es uno de esos despropósitos que sólo puede venir de una firma como Bang & Olufsen.