Los argumentos de esta cámara reflex digital son sólidos: 10 megapíxeles, 10 disparos por segundo y una pantalla de tres pulgadas. De hecho es una cámara muy rápida y avanzada. Con motivo del veinte aniversario del sistema EOS de Canon, la marca japonesa presentó el modelo EOS-1D Mark III, todo un portento que mantenía la línea de calidad del sistema. Sin embargo le ha salido un problema técnico…
Ahora resulta que la caja de espejos de la cámara tiene un exceso de aceite que mancha las fotografías. Canon ha reconocido el problema y ha lanzado un comunicado por el que arreglará el error en su servicios técnicos sin coste alguno. A pesar de las buenas intenciones de la firma, hay que poner a Canon un punto negativo. No es lógico lanzar una máquina de este precio y prestaciones sin haber probado la máquina en profundidad.
El diseño del nuevo modelo de Canon es muy similar a su predecesor, el EOS-1D Mark II N. Eso sí. la cámara actual tiene un diseño más cuidado para favorecer un poco más el agarre. De esta manera la parte de la empuñadura tiene más profundidad tanto lateralmente como verticalmente, y se mejora la postura de los dedos.
Respecto al modelo anterior, muchos mandos se han suprimido o se han incorporado al menú para hacerla más sencilla de manejar. Al igual que la selección del punto de enfoque, uno de los aspectos más criticados antes. Además, se ha liberado espacio para el aumento de pantalla de la parte trasera.
Otra novedad es el modo Live View, que permite encuadrar sólo con la pantalla, sin necesidad de mirar por la mirilla, como si fuera una cámara compacta. Facilita hacer fotos en posturas complicadas, pero hay que reconocer que es una cámara de alto nivel dirigido a gente exigente. Justo a unos profesionales o usuarios muy avanzados que no estarán contentos con este cambio.
Vía: Adorama