Los más veteranos del lugar quizá recuerden aquellos visores de fotos con forma de cámara de juguete en los que se podían ver una serie de dispositivas arrimando el ojo a un visor y dándole a un botóncito. Pues a eso recuerda exactamente este dispositivo diseñado y fabricado por una empresa de soluciones móviles llamada Blueradios. El WiPC, que es como se llama el cacharrito, es un ordenador (aunque parezca una linterna de petaca). Según sus autores, el secreto de su minúsculo tamaño (pesa 85 gramos y cabe en la palma de la mano) está en una micropantalla de alta resolución equipada con lentes de aumento que hacen que, si acercamos la pantalla al ojo como en aquellos visores de antaño, veamos una pantalla virtual equivalente a 15 pulgadas.

Los responsables de BlueRadios aseguran que su invento va a revolucionar la forma de entender los ordenadores portátiles. La compañía, de hecho, ya ha presentado su dispositivo en ferias como el pasado CES o la CTIA y ofrecen la idea a terceras marcas que quieran incorporarla en sus diseños. En el mismo paquete, BlueRadios ofrece compatibilidad plena con dispositivos bluetooth y con todos los sistemas operativos desde Windows a Linux. De momento, BlueRadios acaba de anunciar su WiPC y no descarta comercializarlo directamente.

El manejo del WiPC tiene un problema, y es que no es completamente manos libres ya que se necesita una mano para sostener el invento y acercar la pantalla al ojo. Según la compañía, la imagen se vería en calidad SVGA como la foto que veis arriba. La navegación entre los distintos menús se realizaría mediante una rueda de desplazamiento y varios botones. Desde BlueRadios se afirma que el manejo también podría depender de un sistema de comandos de voz. Lo cierto es que la idea, aunque aún se ve bastante verde, podría tener su aquel. Imaginemos, por ejemplo, unas gafas que cubrieran un solo ojo con esta tecnología y se conectaran a un portátil Bluetooth. Aparte de la brutal reducción en el consumo eléctrico, podría suponer el fin de las pantallas convencionales. Suponiendo, eso sí, que nuestras córneas no acaben flambeadas después de varias horas de uso.

Vía: Coolest Gadgets / Mobilewhack