Está en el límite superior de los precios de los ordenadores ultraportátiles. Eso sí. El nuevo ordenador de pequeño tamaño y coste moderado Sony VAIO W viene en tres colores diferentes: rosa frambuesa, blanco azúcar y marrón chocolate. Bajo estos nombres tan dulces, la firma japonesa Sony presenta lo que podría convertirse en su primer ultraportátil. Recordemos que siete meses atrás, algunos medios nos hicimos eco del lanzamiento del Sony VAIO P. Un ordenador muy pequeño, muy ligero y muy caro que no entraba ni de lejos en la familia de los ordenadores de bajo precio.

Lo más llamativo del nuevo equipo, es su tamaño. Se ajusta a la clásica pantalla de 10,1 pulgadas que llevan casi todos los netbooks con una resolución de 1366×768 píxeles. La calidad de la pantalla retroiluminada por LED es la estándar en este tipo de equipos. A lo largo de su chasis se reparten diferentes conexiones. Lleva dos puertos USB, conexiones de audio, un puerto VGA de salida de vídeo y la interfaz de red Ethernet. En la parte frontal, un par de minúsculas ranuras admiten tarjetas de memoria SD y ¿cómo no? las Memory Stick presentes sólo en los equipos Sony. La firma japonesa noentiende que ha dejado de ser referencia en electrónica de consumo y  ya no es la firma que crea estándares. En algún momento lo comprenderán.

Llama la atención que Sony no haya cuidado el tamaño del teclado. En este tipo de equipos es fundamental aprovechar al máximo el ancho del netbook y poner teclas de tamaño decente. Algo que hacen de forma magistral los ultraportátiles de Acer y HP (líderes en el mercado de ordenadores). Sony no ha cuidado este detalle importante y por eso su teclado es demasiado pequeño.

En su interior, el Sony VAIO W no se diferencia demasiado de otros modelos existentes. El cerebro del equipo es un procesador Intel Atom N280 a 1,66 GHz que se apoya en 1 GB de memoria RAM DDR2. Escaso para la ejecución de determinadas aplicaciones, pero más que suficiente para soportar el sistema operativo Windows XP preinstalado en un disco duro de 160 GB de capacidad. Sin embargo, la imposibilidad de ampliar esta cantidad en un futuro es una fuerte cortapisa para posibles compradores. Al igual que la pequeña batería de tres celdas, cuya autonomía estimada se sitúa por debajo de las dos horas. Son más puntos negros que tendrán que solucionar los ingenieros de Sony si quieren que sus ordenadores se midan con los de las grandes firmas.

La salida a las autopistas de la información se remata con las conexión inalámbrica Wi-Fi 802.11n. Además de incorporar el estándar Bluetooth A2DP. Éste permite la reproducción de sonido estéreo en dispositivos compatibles tales como unos auriculares inalámbricos. Como añadido final, en la parte superior de la pantalla se encuentra una diminuta webcam con tecnología Motion Eye para el reconocimiento y seguimiento del rostro. Afortunadamente, el equipo no es excesivamente pesado. Está en el rango de otros ultraportátiles similares.

El Sony VAIO W está disponible por el momento a través de la web Sony Style al precio inflado de 500 dólares (360 euros al cambio actual). Confiamos en que cuando salga a las tiendas en nuestro país no se dispare el precio. Como accesorios opcionales, también se encuentran disponibles un juego de funda y ratón del mismo color que el portátil (un buen detalle de la firma).

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