Tener clase es un concepto difรญcil de definir. Pero derrochar el dinero es un acto mรกs fรกcil de reconocer. Es lo que ocurre a menudo con los productos de la firma Bang & Olufsen. Y su reloj despertador BeoTime es otro vivo ejemplo. Con un diseรฑo a caballo entre una escobilla de vรกter y una flauta, estรก llamado a habitar en el dormitorio de un millonario caprichoso. Este delicado objeto de deseo tiene ademรกs la ventaja adicional de que se puede integrar con cualquier otro sistema de audio o vรญdeo del mismo fabricante para ejercer diversas funciones. Entre ellas, destaca la posibilidad de programar el encendido y apagado o el volumen de otros dispositivos. Se puede retrasar el apagado hasta 120 minutos.

El diseรฑador de este mรณdulo Steffen Schmelling afirma que, tras mucho pensar, se inspirรณ en la Flauta Mรกgica de Mozart, comoย historia a mitad de camino entre la realidad y el sueรฑo. La asociaciรณn de ideas llegรณ de inmediato y creรณ un mรณdulo alargado, basado en un tubo de aluminio anodizado y pulido, que efectivamente puede parecerse a una flauta travesera. El apagado del despertador se lleva a cabo mediante un botรณn parecido al pistรณn de una trompeta, y que sale del extremo cuando la alarma se pone en marcha. Un proceso que puede resultar complicado para mรกs de uno.

El aparato funciona con tres pilas alojadas en el otro extremo del tubo. Hay que cambiarlas una vez al aรฑo. Es posible colocar este bonito ingenio sobre la mesa gracias a sus patas de goma, pero tambiรฉn colgado de la pared mediante un diminuto y discreto soporte magnรฉtico. Incorpora prestaciones tecnolรณgicas realmente interesantes como el sensor de inclinaciรณn que cambia los datos de la pantalla y las funciones de los botones en funciรณn de la posiciรณn que adopte el despertador. La pantalla ademรกs se ilumina cada vez que se le toca. Esto es รบtil para poder ver la hora por la noche sin que la luz moleste.

Sรณlo queda por tratar el delicado temas del precio. Que, en este caso, es de 311 euros. Hay muy pocos despertadores en el mercado tan caros, pero se trata sobre todo de decidir si el diseรฑo lo vale.