Es el siguiente campo de batalla. Los televisores OLED son la siguiente generación de pantallas, más modernas, estéticas y eficientes que sus predecesoras LCD y plasma. Un campo al que tampoco quiere faltar Samsung. La firma ha comunicado que su infraestructura productiva está preparada al cien por cien para meter en la cadena de montaje sus modelos OLED de 14 y 31 pulgadas.

La peculiaridad de estos formatos es más que llamativa. Con la llegada de los televisores planos, el muy nostálgico tamaño de 14 pulgadas había casi desaparecido. Y de las 26 pulgadas, se pasaba directamente a las 32 pulgadas para los LCD. La empresa coreana reivindica ambas dimensiones y los incorpora a su familia de pantallas. Aunque lo más llamativo no está en este dato.

Los dos OLED de Samsung, junto con un tercero de 40 pulgadas que aún no ha mostrado en ninguna feria tecnológica, pero al que hace mención en el comunicado, cuentan entre sus características con el contraste dinámico más alto hasta la fecha en pantallas comerciales (1.000.000:1). Hay que decir que este dato concreto (el contraste dinámico ), aunque lo usan todos los fabricantes, no es la referencia. Por otra parte, otro hecho constatable es que estos televisores superan en brillo, delgadez, contraste y consumo a los modelos LCD del mercado. ¿El motivo? que estas son características que vienen con la propia tecnología de los paneles orgánicos electroluminiscentes (OLED).

Son paneles delgadisimos que no necesitan una capa de iluminación trasera. Este es uno de los motivos por lo que son tan delgados. En el caso de la pantalla de 14 pulgadas es de 2,7 milímetros. No menos sorprendente se muestra en sus hermanos mayores de 31 y 40 pulgadas, que comparten una profundidad de tan solo 8,9 milímetros. Un tamaño ideal para encajar estos televisores en cualquiera de los famosos mini pisos de la Ministra Trujillo.

Vía: Engadget