Con la Finepix F70EXR, Fujifilm ha puesto a disposición de los aficionados a la fotografía las mejores tecnologías de la casa en un envoltorio que cabe perfectamente en el bolsillo de la camisa. En tan sólo 22,7 mm de grosor, ha instalado una óptica de 10 aumentos (27 – 270 mm) y el reconocido sensor EXR. La carcasa es muy sobria, y discreta, pero tiene un acabado basado en dos capas de laca que pregonan calidad.
El sensor EXR se basa en el funcionamiento y las capacidades del ojo humano, de manera que se comporta de manera diferente en función de la situación ambiental. Si la luz es fuerte, podrá tomar imágenes en alta resolución capturando todos los detalles imaginables. En situaciones de luces contrastadas, el sensor entrará en un modo de rango dinámico extendido que busca el mejor compromiso entre las luces y las sombras. Por fin, dispone de un modo que elimina el ruidoy el grano grueso propios de las tomas en bajas condiciones de luz. El primer modo crea imágenes de 12 megapíxeles.

Los fotógrafos experimentados disfrutarán de un buen grado de control sobre ciertos parámetros, por ejemplo, sobre la profundidad de campo. La Finepix F70EXR tiene además un excelente paquete de automatismos, para tomar imágenes correctas en todas las situaciones. Así, dispone de un modo de retrato diurno y otro nocturno, uno más para contraluces, y modos de paisaje, macro y fotografía nocturna. Lo sorprendente es que no es el fotógrafo quién debe elegir el modo. Es la cámara quien reconoce la situación, y actúa en consecuencia aplicando el modo de captación de imagen que mejores fotosva a producir.

El flash incorporado lleva nuevas tecnologías de medición. La inteligencia del sistema intenta iluminar correctamente tanto el primer plano como el fondo, de manera que se acaben las fotos con primeros planos quemados y fondos negros. Fujifilm además incorpora en esta cámara varios sistemas de emulación de película fotográfica. El modo Velvia crea imágenes con colores muy contrastados mientras que Provia imita a películas mucho más neutrales. Por fin, Astia es la película de las tonalidades pastel más suaves, y del bajo contraste. Y eso se le añade un modo blanco y negro real, que no tiene nada que ver con las imágenes en color pasadas a blanco y negro, y por fin uno sepia. Es preciso recordar que se trata de una cámara compacta. Por eso incorpora otras prestaciones ahora de moda como la detección de caras. Puede reconocer hasta 10 rostros simultáneamente, y además eliminar los ojos rojos. Para ello toma una imagen normal, y otra con los ojos ya corregidos.