Por 1799,95 dólares, unos 1275 euros al cambio, La Nikon D-300s es la última cámara en sumarse al catálogo de la firma japonesa. Es una máquina profesional muy compacta, con un sensor de imagen CMOS de 12,3 megapíxeles. En los últimos tiempos se han ido difuminando las diferencias entre las cámaras de fotos y las de vídeo, y este modelo no hace más que contribuir a la confusión. ¿Te compras una cámara de vídeo que haga fotos o una de fotos que grabe vídeo? Muchos usuarios preferirán la segunda opción aunque sólo sea porque una cámara reflex te permite una flexibilidad creativa mayor con la posibilidad del cambio de óptica, algo imposible en la mayoría de las videocámaras no profesionales. Otra cosa es qué tipo de vídeo puede tomar esta cámara. La última Nikon realiza tomas a 24 fotogramas por segundo, con calidad 720p.

Es lo que hay. Muchos fotógrafos hubieran preferido 1080p, pero a cambio esta cámara ofrece una entrada de micrófono que puede ser muy interesante para los amantes del vídeo. Por lo demás, dispone de prestaciones profesionales como puede ser un sistema de enfoque automático de 51 puntos, o la posibilidad de tirar ráfagas de hasta siete disparos. Por fin, puede usar indistintamente memorias CF y SD, pero permite grabar en tarjetas separadas fotos y vídeo. Sobre el papel, es una versión  mejorada de la Nikon D300.

La D300s de Nikon es una excelente cámara pensada para usuarios muy avanzados, pero sobre todo para profesionales que se ven obligados a ofrecer contenidos multimedia además de las habituales imágenes. En este caso, podrán obtener buenas fotos gracias al sistema de detección de cara, y al de reconocimiento de escenas. También podrán ofrecer vídeo con el mejor sonido, tanto si utilizan el micrófono incorporado en la cámara como si deciden conectar uno externo de otro fabricante.

Como buena cámara profesional, el cuerpo está construido en aleación de magnesio reforzado. El resultado es un aparato ligero y resistente, de batalla, preparado para el uso diario sin demasiadas contemplaciones. Precisamente pensando los profesionales que no tienen demasiado tiempo para andarse con ajustes finos, el sensor incorpora un sistema vibratorio que elimina la mayor parte del polvo y de las impurezas dilatando el plazo entre visitas al servicio técnico.

Desde siempre ha habido una lucha sorda entre los aficionados a la cámaras de Nikon y los de otras marcas. Habrá quien insista en que otros modelos como la Canon 5D son mejores. Los fanáticos de Nikon no se lo creerán ni por un segundo. En cualquier caso, lo cierto es que en el mercado de las cámaras digitales profesionales, esta es la nueva chica de la fiesta, y sin duda alguna es un adversario duro de roer.

Vía: engadget