Los proyectores Pico se han convertido en el producto de moda entre ciertos profesionales nómadas, pero también entre consumidores jóvenes ávidos de novedades. Hoy es AAXA Technologies quien presenta su nuevo modelo P2. Como es habitual en este mercado, se trata de un dispositivo de proporciones mínimas. Cabe holgadamente en la palma de la mano. Esto es un alivio para los usuarios, muchos de los cuales hasta ahora estaban acostumbrados a llevar un voluminoso maletín con un proyector de tres kilos. Por otro lado, también sufre de algunas de las limitaciones de la miniaturización, entre ellas una luminosidad de 33 escasos lúmenes.

De todas formas, este dato hay que colocarlo en perspectiva. 33 lúmenes en un aparato cuya distancia de proyección no va a superar el metro, puede resultar más que suficiente, sobre todo cuando las condiciones de luz ambientales son buenas. El sistema de proyección está basado en tecnología LCoS, gracias a la cual es capaz de ofrecer una resolución de 800 por 600, perfecto para gráficas, presentaciones en PowerPoint, pero también para reproducir ficheros de vídeo extraído de tarjetas de memoria. Tiene una ranura compatible con tarjetas microSD de hasta cuatro Gigas, que completan su Giga de memoria interna. Es sorprendente comprobar como una máquina tan pequeña puede ofrecer una diagonal de hasta 80 pulgadas.

Otra de las aplicaciones de este proyector es la reproducción de videojuegos. Para ello tiene una conexión VGA que puede soportar resoluciones de hasta 1280 x 720 píxeles. De serie con este proyector viene un mando a distancia, un pequeño pero útil trípode, y un cable genérico para aplicaciones de audio y vídeo. Quien además quiera conectarlo a otros aparatos como el iPhone, el iPod, el Zune de Microsoft, o una consola portátil PSP, tendrá que comprar un cable aparte. También hay conexiones disponibles para teléfonos de Nokia, LG, Samsung, o HTC. Los aficionados a los productos de esta casa, que son muchos, defienden a capa y espada la calidad de su reproductor MP4 incorporado, que es capaz de reproducir MP4, MP3, WMA, AVI, WMV, JPG, GIF y TXT.

Uno de sus aspectos más flojos es la autonomía. La batería más delgada y cómoda dura tan sólo 35 minutos. Hay otra de una hora e incluso una superpesada de tres horas, pero entonces el proyector ya no pesaría sólo 260 g. Esto obliga a los profesionales a llevar a cabo presentaciones cortas y rápidas, cargar con baterías de repuesto o a situarse siempre cerca de un enchufe. Otra desventaja es su ruido. Parece mentira que un cacharro tan pequeño produzca un ruido de 30 dB equivalente al de aparatos más grandes. Por otro lado, tiene muchas ventajas, como la iluminación LED. Sale a la calle con un precio inicial de 350 dólares, unos 250 euros al cambio actual.

Vía: TechFresh