La familia de televisores Individual, del fabricante alemán Loewe, es uno de los superventas de la casa. No es de extrañar. Basta con echar un vistazo a la página web del producto donde aparece una frase demoledora “cree su Loewe Individual Selection”. Y, en cierta medida, es cierto. Algunas marcas de televisores de consumo se atreven a sacar un determinado modelo en dos o incluso tres colores, pero casi nadie ha tenido la audacia de Loewe, que permite elegir esta pantalla en cinco colores diferentes: aluminio plata, aluminio bronce, aluminio negro, aluminio titán, y blanco brillo similar al de los monitores de Apple.

Es además un televisor camaleónico en el que es posible cambiar la marquetería de los laterales. Dentro de la gama de los acrílicos, hay paneles intercambiables en rubí, negro brillante, aluminio plata, naranja, verde manzana y cromo metalizado. Además hay acabados en madera de ébano, de roble claro y de palisandro. Cambiar el aspecto del televisor es tan sencillo como extraer el panel lateral y sustituirlo por otro de distinto color. Los laterales acrílicos cuestan 90 euros mientras que los de madera salen por 150 euros. Una bicoca en un televisor que, dependiendo de la configuración elegida, tiene un precio de entre 3.500 y 4.200 euros.

Dentro de esta gama de televisores Individual, el modelo Loewe Individual 40 Selection se caracteriza porque es posible encontrarlo con un pie de sobremesa muy original, con  forma de aspa. Como se trata de un producto creado para integrarse en cualquier decoración, hay un buen número de soportes adicionales de pared y de suelo. Todos ellos sirven para que el televisor traspase la mera categoría electrónica para convertirse en un objeto de decoración y diseño. Su panel de 40 pulgadas es de alta definición y tiene tecnología de 100 Hz. Esto genera movimientos fluidos con los bordes bien definidos. De serie viene con un sintonizador para la televisión digital terrestre, compatible con alta definición y con cable. Es posible además insertar una tarjeta de satélite. Por una pequeña cantidad tradicional se pueden poner tarjetas sintonizadoras sencillas o dobles.

Se trata de una pantalla compatible 24p, creada para disfrutar del cine en alta definición, con buenos contrastes, con colores vivos, y con unos blancos deslumbrantes. Incorpora un sistema de mejora de imagen diseñado para la alta definición llamado HD+100, y tiene un puerto USB para ver fotografías. Se puede completar incorporándole un disco duro de 250 GB, con lo que  además de televisor se convierte en una eficaz grabadora digital. Pero lo más sorprendente es su sonido, sobre todo en un mercado donde los televisores suenan con poca fuerza y escasa personalidad. Ese altavoz, situado en la parte inferior y ligeramente separado de la pantalla, tiene graves, potencia y excelente claridad en los medios. Solamente los más exigentes acabarán comparando un subwoofer para complementar el sonido estéreo del aparato que por otro lado incorpora Virtual Dolby Surround, sonido envolvente para dos canales.