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El eCafe EC-1000W de Hercules es, en muchos aspectos, una necesaria actualización del modelo EC-900. Donde éste tenía una pantalla de 8,9 pulgadas, el nuevo modelo ofrece 10,1 pulgadas. También se actualiza el operativo, que en este caso es ya Windows 7 Starter. Otros aspectos, como la batería de 6 celdas, el micrófono situado junto al trackpad, o el procesador Intel Atom N720 a 1,6 GHz, permanecen desgraciadamente inmutables.

El recien llegado va cotar unos 379 euros,  y por ese precio ofrece un disco duro de 250 GB más un espacio extra de almacenamiento en línea de 50 GB. Tiene un acabado brillante que combina reflejos metálicos con zonas mate. Resultará atractivo para los aficionados a este tipo de productos. En todo caso, lo que más llama la atención es el software que trae instalado de fábrica, creado específicamente para este ultraportátil.

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En primer lugar, tiene un sistema de correo electrónico que permite el acceso a diversas cuentas de forma rápida e independiente. Se abre en tres pasos, y asigna un color a cada cuenta. Otra herramienta destacable es la que permite la actualización del software instalado. En realidad, esta herramienta permite incorporar nuevas aplicaciones que el fabricante promete poner a disposición de los compradores. Quizá lo más reseñable es la webcam, con su programa de gestión y administración.

Incorpora utilidades que no están presentes en modelos anteriores como la posibilidad de compartir videos durante una videoconferencia, a través de mensajería instantánea, hacer comentarios de fotos y videos mientras se ejecutan, conversión de imagen y formato automático para correo electrónico o bitácoras, y tres modos de captura de imagen que se activan mediante un simple clic. Por fin hay un zoom digital de tres aumentos con seguimiento automático de cara. De serie también trae OpenOffice V3.

La conectividad incluye tres USB, micrófono, auriculares, WiFi, red local y VGA. En definitiva, es un aparato interesante para quien guste de lastimarse los dedos con los diminutos teclados que traen estos pequeños monstruos. La versión de la fotografía ni siquiera tiene “Ñ”.