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Si alguien está pensando en comprarse una primera cámara de fotos reflex digital, que espere a leer acerca del último juguete que nos presenta Pentax. La compañía de ópticas japonesa acaba de estrenar la K-x, una de las máquinas que mejores críticas ha provocado en los últimos tiempos.

El sensor es bastante eficiente y ofrece nada más y nada menos que 12’4 megapíxeles. Es un CMOS de 23,6 x 15’8, que sorprende bastante por los buenos resultados que ofrece. Además tiene un estabilizador de imagen por movimiento del sensor que es eficaz hasta 4 pasos. De esta manera, nuestras fotos no saldrán movidas, ni siquiera si forzamos mucho con teleobjetivos y ópticas más largas.

La pantalla tiene un tamaño aceptable de 2’7 pulgadas y en ella se permiten funciones como la edición de imágenes. A determinado nivel, estas opciones son poco recomendables porque el retoque es mejor hacerlo con un programa informático en un ordenador como Dios manda, pero al ser una primera cámara, hay operaciones básicas como el recorte, que pueden dejarse hechas en el momento. El Viewfinder tiene una cobertura del 96% y la sensibilidad ISO se mueve entre 200 y 6400, aunque eso sí, pude forzarse a 100 y 12800.

Aunque su diseño nos parece correcto y cómodo, si alguien prefiere una opción más colorista y algo menos discreta, está esta versión, la Korejanai K-x, con las mismas prestaciones, pero bastante más divertida.

Korejanai-K-x

Tiene enfoque automático de hasta 11 puntos y es capaz de reconocer 16 rostros, por si se quiere hacer una buena foto de familia y que todos salgan bien. Además es bastante autónoma, ya que con cuatro pilas AA, es capaz de tirar 1900 disparos. Su modo ráfaga es uno de sus puntos fuertes, ya que es capaz de tirar hasta a 4’7 frames por segundo. Viene con la clásica lente de 18-55 mm.