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El Musical Fidelity Primo un preamplificador de válvulas en cuyo desarrollo el fabricante ha empleado nada menos que doce años. Los ingenieros de la marca no han incluido válvulas solamente para presumir, sino para lograr un sonido profundo y aterciopelado, con una gran dinámica y libre de distorsiones.

La respuesta de frecuencias de este previo es de lo más extensa; va desde 5 a 50.000 hertzios. Su sensibilidad también es elevada; mayor que 119 decibelios. Asimismo, la distorsión armónica es prácticamente inapreciable, de sólo el 0,0035%. En cuanto a la separación de canales, es de 105 decibelios. El Musical Fidelity Primo presenta un refinado diseño completamente balanceado con válvulas de tipo tríodo de Clase A; tan refinado que carece de realimentación.

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La conectividad del Musical Fidelity Primo consta de cinco entradas de línea, cinco entradas balanceadas, una salida de previo cuyos niveles pueden controlarse mediante el volumen, una salida balanceada, una salida de grabación de niveles fijos, y una entrada y una salida para disparador en minijack mono.

Musical Fidelity también ha cuidado el aspecto exterior de este preamplificador. Ha conseguido un producto bello con un diseño clásico e intemporal. Tanto el frontal como el panel superior y los laterales han sido mecanizados en aluminio. Y todos los conectores RCA están chapados en oro para que no se pierda ni un ápice de calidad de sonido.

Todas las funciones de este preamplificador se pueden manejar desde el mando a distancia, que está hecho de piezas sólidas de aluminio, incluyendo los botones. Es mejor no perderlo, porque no resulta barato de reemplazar. Por otro lado, los preamplificadores son muy sensibles al agua, por lo que es una mala idea dejar un vaso o un jarrón cerca de ellos. Tampoco conviene situarlos cerca de radiadores o de ventanas donde les dé el sol.

El Musical Fidelity Primo cuesta 7.800 euros.