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Los altavoces para iPod suelen ser dispositivos electrรณnicos de reducidas dimensiones, ideales para pasarlos de una habitaciรณn a otra, con buen sonido, pero pensados para sonorizar salones de pequeรฑo tamaรฑo. Por eso sorprende tanto encontrar un producto como el que propone la marca danesa Brothers. Los ingenieros de la casa deben de haberse cansado de tanto altavoz canijo y poco desarrollado, con escasos pulmones, se han dejado de complejos y han tirado la casa por la venta. Su invento, la “muralla del sonido”, o Wall of Sound es un altavoz que rompe todos los rรฉcords.

Se trata de un enormeย cajรณn que alberga 28 elementos o altavoces, y que da una respuesta de frecuencias de 40 a 20.000 Hz. Sรณlo pesa 102 kilos, y miden 950 x 1250 x 300 milรญmetros. Los fabricantes le han dotado de una potencia mรกxima de 125 W. En la foto, el iPod es esa pequeรฑa manchita que hay a la derecha del altavoz. Por suerte, la cuna estรก situada en uno de los laterales, porque si se encontrara delante del altavoz como en muchos de los diseรฑos actuales, la potencia de esta bestia reducirรญa a aรฑicos la pantalla en color.

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Hay que reconocer que no se trata de unos altavoces para iPod para tรญmidos, ni para gente que sufra del corazรณn. Nada en รฉl es discreto, ni su brutal capacidad de potencia, ni su gran capacidad de graves. Aunque parezca que los conos de altavoz estรกn apelotonados, funciona a semejanza de las barras de sonido creando una esfera sonora en el centro de la habitaciรณn. Por cierto, incorpora amplificaciรณn de vรกlvulas, como los buenos, con un sonido muy clรกsico.

La construcciรณn de esta extravagancia se hace exclusivamente a mano. Cada uno de los 28 conos de altavoz tiene su propia caja, y estรกn afinados para trabajar en conjunto sin que haya ninguna fisura en la escala del sonido. Se han cuidado todos los detalles, y se han utilizado las mejores maderas. Mas que un altavoz, es un enorme instrumento musical. Y lo mรกs curioso es el precio. Dadas sus caracterรญsticas, 4.500 euros no es demasiado dinero. Eso deben haber pensado los clientes que han agotado ya la primera ediciรณn de este altavoz, ni la gran lista de gente que se ha apuntado en espera de que salga a la venta la segunda. Lo malo es que un monstruo como รฉste no debe ser bueno para la vida en pareja, ya sabรฉis, โ€œo ese monstruo, o yoโ€.