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A la mayoría de los españoles, la televisión analógica les ha acompañado durante toda la vida, pero todo tiene su fin. Ayer, a la una y media de la tarde, Madrid, Sevilla y Barcelona echaron el cierre a sus repetidores de televisión convencional. Así, más de 4 millones de personas se han subido definitivamente el autobús digital. De todas formas, esto no es el fin del proceso. Será este próximo viernes cuando se complete, al menos sobre el papel, el así llamado apagón analógico. Los últimos en apuntarse a la fiesta serán los casi un millón de telespectadores gallegos de las provincias de Pontevedra y Lugo.

Con la culminación de este proceso, España se adelanta en dos años al resto de la comunidad europea que tiene de plazo hasta el 2012 para llevar a cabo la transición a la televisión digital. De todas formas, algunos países europeos como Alemania o Bélgica ya se han adaptado completamente a la TDT. Lo mismo puede decirse de los Estados Unidos, que también han terminado la transición, aunque su caso es distinto porque allí la televisión por cable tiene más importancia que en España.

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El apagón analógico puede dejar sin televisión a casi medio millón de personas. Aproximadamente el 1% de la población española se encuentra en un enclave geográfico donde nunca llegó la televisión, o donde la nueva tecnología no tiene cobertura. Para ellos, por suerte, también hay soluciones tecnológicas. Es lo que se conoce como TDT vía satélite. Para acceder a esta tecnología, los usuarios que no reciban las señales digitales deberán ponerse en contacto con un instalador autorizado, que certificará la falta de señal. A continuación, indicará a los usuarios una lista de comercios donde pueden hacerse con un receptor de televisión digital terrestre vía satélite, y procederán a la instalación. Muchas comunidades autónomas subvencionan la instalación con unos 250 euros, pero al usuario todavía tiene que poner unos 100 euros de su bolsillo.

Los habitantes de estas zonas de sombra suelen ser personas mayores de 60 años, para las que la televisión es la única ventana al mundo, y su único acceso a la información. La mayoría de ellos ni siquiera tienen Internet, o posibilidad de acceso a la misma. En cualquier caso, no todo el mundo está satisfecho con la TDT. Según el Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, «hay un porcentaje mínimo de población en las zonas que ya han sido apagadas que no se conecta con la TDT simplemente porque no quiere”. Éste porcentaje representaría en torno al 3% de la población.

Fotos de: Kevin Steele