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Compaginar reducción de calor con atenuación del ruido es la meta de las MSI N460GTX Cyclone, las nuevas tarjetas gráficas del fabricante asiático. Llegan en dos modelos diferentes, las 768D5/OC y la 1GD5/OC de 768 MegaBytes y un GigaByte de memoria gráfica respectivamente. Ambas resultan especialmente silenciosas, un 15,7% menos atendiendo a las comparaciones elaboradas por el fabricante. Y con un diseño especial para combatir las altas temperaturas, lo cual suena muy bien en esta época estival.

Su rendimiento se puede controlar a través de la aplicación MSI Afterburner exclusiva de la compañía. Con ella se puede activar la función de sobrevoltaje de la unidad gráfica, incrementando la capacidad de overclocking en un 30% según las especificaciones oficiales. También permite ajustar la velocidad del ventilador interno, una medida que puede convertirse en necesaria cuando estemos forzando sus posibilidades.

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Su estructura térmica está fortalecida en torno a tres elementos: un ventilador PWM de nueve centímetros; heat pipes, que conducen el calor de forma uniforme; y un disipador especial, situado bajo la GPU y fabricado en aleación de cobre y níquel. De hecho, al igual que otras tarjetas de la firma, incorpora componentes de origen militar, usando los mismos materiales que se emplean en aeronaves o satélites. Así logra alargar su vida útil por encima de la media.

Estas MSI N460GTX Cyclone ofrecen además soporte para las tecnologías desarrolladas por Nvidia: 3D Vision, PhysX, CUDA o SLI. Para conectarlas al monitor del PC disponen de salidas de vídeo HDMI y DVI. Ya están disponibles en el mercado con un precio de partida de 150 euros.