Es la más rápida de todo el catálogo de Kingston. La Kingston CompactFlash Ultimate 600x es una tarjeta de memoria de extenso nombre, pero eso no le supone ningún inconveniente para trabajar a altas velocidades. Se trata de un accesorio adaptado ante todo a cámaras de fotos. Pero por su categoría y sus características especiales, resulta más adecuado para fotógrafos con modelos réflex que puedan sacarle el máximo partido.
Como queda explícitamente reflejado en su nombre, es de tipo CompactFlash, el formato habitual en gamas profesionales y semiprofesionales. Destaca principalmente por su soporte Ultra DMA (acceso directo a memoria) en modo 6. A efectos prácticos viene a significar que con ello puede alcanzar tasas de transferencia de 90 MegaBits por segundo, tanto en lectura como en escritura de datos.
Su rapidez la convierte en un soporte de almacenamiento muy apropiado para cámaras que disparan en formato RAW, o en las que pueden grabar vídeo en alta definición con la máxima nitidez. Pero como más vale prevenir que curar, también se distribuyen con la aplicación MediaRecover, con la que puedes recuperar la información almacenada si la tarjeta sufre algún daño. Además, el modo autosleep ayuda a prolongar la autonomía de la batería cuando se encuentra inactiva.
Kingston ha puesto a la venta dos variantes de esta CompactFlash Ultimate 600x. La primera tiene una capacidad de 16 GigaBytes, y cuesta oficialmente 97 euros. La segunda ofrece el doble de espacio para archivos, 32 GigaBytes, por un precio recomendado de 170 euros.