Puede que el tamaño del Soundcube de TDK sea pequeño, pero sus prestaciones resultan suficientes para proporcionar innumerables obras de disfrute y de servicio. Este cubo incorpora un sintonizador digital de frecuencia modulada, un puerto que permite controlar dispositivos USB, entradas para fuentes de sonido analógicas, que se emplearán con aquellos reproductores que no tienen puertos digitales, e incluso una entrada para instrumentos, de 6,35 mm.
Esta entrada va a ser especialmente interesante para el público joven con mayor afición hacia la música. Puede conectar una guitarra o incluso un micrófono, y gracias a ello podrá acompañar a sus canciones favoritas tanto si se encuentran en un iPod como si están almacenadas en un disco duro portátil. Un sencillo mando va a permitir ajustar los niveles relativos de la música y del instrumento o la voz de acompañamiento.
Este equipo proporciona una gran calidad de sonido. Para ello, tiene dos altavoces coaxiales situados en los laterales izquierdo y derecho del cubo. También tiene un par de radiadores pasivos sincronizados. Estos radiadores pasivos ayudan a incrementar la respuesta de graves, son más precisos. Por eso, el equipo ofrece frecuencias bajas tan potentes. Todos los altavoces tienen conos de fibra de vidrio entretejida. El resultado son sonidos nítidos, y voces e instrumentos muy claros.
Para los sonidos de alta frecuencia se utilizan altavoces de agudos de cúpula textil. Por cierto, no se trata de un equipo de estos de piñón fijo, con una determinada cantidad de graves, independientemente de la habitación donde está en sistema de sonido. Aquí los graves tienen un margen de ajuste de 10 dB con lo que se pueden ajustar a cada habitación, y sobre todo a los gustos de cada usuario. El mismo nivel de ajuste se puede aplicar a los agudos. La potencia total es de 20 W. Se puede conectar a la red eléctrica o funcionar con pilas o baterías recargables.