Es ya habitual encontrar en las actuales cámaras de fotos compactas unos valores de resolución por las nubes, pero prestando escasa atención a la lente. Esta Olympus VR-310 trata de desmarcarse de ese grupo, añadiendo a su destacable sensor de catorce MegaPíxeles un zoom óptico de diez aumentos. Sería el equivalente aproximado a equiparla con un objetivo de 24-240 milímetros, lo que permite encuadrar desde paisajes hasta pequeños detalles lejanos.
Con un cuerpo reducido de solo 19 milímetros de ancho, se trata de una compacta digital apta para llevar a cualquier parte. Además de fotografías, también puede grabar vídeos en alta definición con calidad 720p (1280 líneas). Al igual que otros modelos de la marca, incorpora hasta siete filtros artísticos con los que se pueden obtener algunos efectos diferentes y divertidos, como darle una estética de pop art o simular un objetivo ojo de pez.
Como ya es casi obligatorio en los modelos recientes, cuenta con un sistema de estabilización de imagen dual, para evitar que las fotos salgan movidas o desenfocadas (principalmente si se pone el zoom a tope). De sus herramientas adicionales habría que nombrar el autofoco con seguimiento de rostros, varios modos de escena, sensibilidad hasta 6400 ISO… y un modo automático para no tener que configurar manualmente todos esas opciones. Muy útil si uno no está muy familiarizado con los conceptos técnicos y sólo quiere apuntar y disparar.
La Olympus VR-310 dispone asimismo de pantalla LCD de tres pulgadas, ranura para tarjetas SDHC y un puerto USB, que sirve tanto para pasar las fotos al ordenador como para cargar la batería. Por parte de Olympus estará disponible a partir de este mismo mes, aunque sin adelantar aún su precio. Se podrá adquirir en color plata, negro, rojo o morado.