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La Canon EOS 1100D es una cámara réflex digital que ocupa el primer escalón para iniciarse en la familia EOS de la marca. Abre todo un mundo de posibilidades en lo que a accesorios se refiere; es compatible con todos los objetivos EF y EF-S, así como con los flashes Speedlite. Es una máquina pensada para aficionados que están adentrándose en el mundo de la fotografía digital. El cuerpo está hecho de acero inoxidable y resina de policarbonato con fibra de vidrio. Aunque lleva un visor de tipo pentaprisma, la pantalla-monitor LCD-TFT es de 2,7 pulgadas.

Dentro de los menús figura una guía de funciones que describe de forma sencilla cada uno de los ajustes de la cámara; ayuda a familiarizarse con el uso de cámara sin tener que estar atado al manual de instrucciones. Asimismo, el fabricante ha incluido dos modos automáticos muy simples, de los que ha eliminado todos los términos técnicos para explicar los parámetros de la cámara y sus efectos. Son el modo Basic+ y el Creative Auto.

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El sensor de imagen es un CMOS de 22,2 por 14,7 milímetros, que se completa con un procesador DIGIC 4. El enfoque es de tipo TTL-CT-SIR; tiene enfoque manual y el autoenfoque opera con nueve puntos. La sensibilidad es de 100-6.400 ISO con incrementos de un paso. Por otro lado, guarda las fotos en JPEG o en RAW (de 14 bits). También graba vídeos con una calidad de 1.280 por 720 progresivo a 25 fps en formato MOV (vídeo en H.264 y audio en PCM lineal).

Las fotografías se pueden imprimir directamente (sin necesidad de ordenador) en cualquier impresora que sea compatible PictBridge. Admite tarjetas de memoria de tipo SD, SDHC y SDXC. Tiene un puerto USB 2.0, una salida HDMI (mini) y una salida de vídeo (a través del conector USB). Pesa 495 gramos (con tarjeta de memoria y batería). El precio de venta al público recomendado para la Canon EOS 1100D (sólo el cuerpo) es de 490 euros, y cuando va acompañada de un objetivo Canon EF-S 18-55 IS II, la EOS 1100D cuesta 600 euros.