Apple ha presentado nuevos modelos de su gama de portátiles. No se trata de la gama de entrada, donde se encuentra el MacBook con chasis de policarbonato en color blanco, sino de la gama alta donde se encuentran los MacBook Pro en diferentes pulgadas: 13, 15 y 17. No han sufrido ningún cambio estético, sin embargo, se ha incluido nuevas configuraciones de procesadores, nuevas tarjetas gráficas y sobre todo, un nuevo estándar de conexión llamada Thunderbolt.
La nueva conexión que es de entrada y salida, es fruto del trabajo de Intel, la cual fue presentado durante el pasado año 2009 y es ahora, cuando Apple decide incluir en su gama de portátiles, siendo estos los primeros del mercado. Los precios de los nuevos modelos irán desde los 1200 euros hasta los 2500 euros. Y ya pueden adquirirse desde la tienda online de los de Cupertino.
Así pues, Thunderbolt quiere implantarse como un nuevo estándar en la industria de la informática. Y es que además de tener una tasa de transferencia de hasta 10 GB/s (es el doble que el actual USB 3.0), también soporta salidas de vídeo. Y es que la nueva tecnología de Intel implantada en los equipos de Apple está basada en los estándares DisplayPort y PCI Express. Por lo tanto, el usuario podrá conectar al nuevo puerto de la gama MacBook Pro unidades externas que funcionen con FireWire o USB, además de conectar monitores externos en alta definición que usen miniDisplayPort, VGA, DVI o HDMI con los mismos adaptadores que se usan ahora.
Por otro lado, los nuevos MacBook Pro usarán los procesadores Intel Core i5 y Core i7, de doble núcleo y de cuatro núcleos, respectivamente. Además, Apple ha sustituido las tarjetas gráficas y en los modelos inferiores (de 13 pulgadas) llevará integrada una tarjeta Intel, más concretamente el modelo Intel HD Graphics 3000. Sin embargo, los modelos de 15 y 17 pulgadas llevarán las tarjetas AMD Radeon HD de hasta un GigaByte de memoria de vídeo.
FaceTime, la aplicación para hacer videollamadas desde cualquier equipo de Apple que tenga una cámara, también tiene una parte de protagonismo. Los nuevos MacBook Pro aumentan hasta tres veces la resolución de sus cámaras frontales para conseguir una imagen en alta definición. Por último, y como aspecto negativo de los cambios sufridos, las baterías notarán un descenso de su autonomía. Hasta ahora, todos los modelos conseguían trabajar hasta 10 horas sin interrupción (algo menos en pruebas reales). Sin embargo, la autonomía que alcanzarán los nuevos portátiles de Apple llegarán a las siete horas de trabajo.