Con este reproductor delgado y elegante, Samsung crea tendencia. Ya no se trata de aparatos alargados aunque de perfil bajo. Ha eliminado todo el aire, ha reducido el tamaño de la electrónica, y ha creado el reproductor de Blu-ray más pequeño del mercado. Es un monolito, poco mayor que un azulejo o que un reproductor de DVD externo para ordenador.
Es un equipo muy discreto, que se puede esconder en cualquier sitio. La reducción de tamaño no ha significado en este caso renunciar a tener buenas prestaciones. Más bien al contrario. Un equipo como este se suma a la liga de los reproductores tridimensionales. Tiene unas capacidades de reproducción de imagen sorprendentes. Con las imágenes de alta definición se comporta estupendamente y con las de tres dimensiones también.
Aún más, con las imágenes en definición normal hace un trabajo francamente bueno reescalándolas hasta 1080p. Para aquellos que se quejan de la falta de contenidos tridimensionales, es de esos aparatos de última generación que pueden convertir las imágenes planas en video en tres dimensiones. Para colmo es, hoy por hoy, uno de los aparatos que más rápido carga del mercado.
Por cierto, que el fabricante ha preparado también unos pequeños altavoces de estantería, y un equipo de amplificación de manera que quien lo desee puede acabar con un sistema de minicine doméstico realmente elegante y sorprendente. La casa habla de diseño 3S, del inglés slim, symmetrical and slot-in, esto es, delgado, asimétrico, y con ranura de reproducción. La salida de disco de este aparato es todo un espectáculo. Todo el panel superior se levanta unos milímetros y escupe el disco suavemente.