Con el mercado de cámaras compactas un poco estancado, Sony sigue la línea general del mercado de  apostar por  las cámaras de colores en las próximas DSC-T77 y DSC-T700 (ambas pertenecientes a la familia Cyber-shot). Algo parecido a lo que ya hizo Canon con su IXUS 80 IS. Son modelos ultradelgados que, aparte de su variedad tonal, destacan por su escaso grosor o por sus pantallas táctiles de dimensiones ligeramente superiores a la media, al margen de otras características más comunes.

La DSC-T77 es una cámara de 10,1 megapíxeles con lente Carl Zeiss con zoom de 4 aumentos. Su grosor es de apenas 15 milímetros, para llevarla sin problemas en el bolsillo. Pero al mismo tiempo presenta una pantalla bastante grande, 3 pulgadas, y que además dispone de tecnología táctil. Para evitar posibles arañazos incluye un estuche protector.

Permite forzar la sensibilidad fotográfica hasta 3200 ISO, para disparar en entornos con poca luminosidad sin utilizar el flash, además de facilitar un sistema de reducción de ruido que mejora la calidad de la imagen en esas situaciones. Aparte, presenta herramientas habituales como detección de sonrisas, reconocimiento de rostros y función anti-parpadeo.

En cuanto a la DSC-T700, también ofrece una resolución de 10,1 megapíxeles. Del mismo modo es bastante delgada, sólo 16,4 milímetros, aunque en este caso la pantalla táctil es de 3,5 pulgadas. Las utilidades son muy similares a las de su compañera, pero donde sí la supera claramente es en la capacidad de almacenamiento interno, que alcanza los 4 gigabytes (por los apenas 15 megas de la DSC-T77).

Y como indicábamos, cada una de ellas estará disponible en cinco colores diferentes. La DSC-T77 se podrá encontrar en negro, plateado, rosa, verde y marrón. Por su parte, la DSC-T700 saldrá a la venta en tonos similares, pero sustituyendo el marrón y el verde por rojo y dorado. El lanzamiento de ambas se producirá en el mes de septiembre, pero aún no se han facilitado sus precios.

Vía: Tuexperto