Las empresas siguen empeñadas en cobrar a los usuarios por descargar mapas en sus navegadores GPS. Esta nueva oferta de Garmin es el penúltimo intento por seducir a sus clientes. Les ofrece la posibilidad de actualizarse durante toda la vida útil del dispositivo desembolsando una única cuota. A cambio, los sucriptores de nüMaps Lifetime podrán mantener al día los modelos pertenecientes a las gamas zümo o nüvi.

La estrategia consiste en proporcionar actualizaciones periódicas de la cartografía cada tres meses, hasta un máximo evidente de cuatro por año. Así no quedarán desfasados ante los cambios de códigos postales y nombres de calles, alteraciones en las carreteras o aparición de nuevos puntos de interés. El problema es que, si la mayoría de los interesados no renuevan sus mapas, es porque estas modificaciones son caras, infrecuentes o poco relevantes para sus rutas habituales. A casi nadie le atraen si no son gratuitas.

Aparte, para incribirse en este servicio con hay que abonar 120 euros, tarifa correspondiente a la región europea. La propuesta puede parecer suculenta si la comparamos con las actualizaciones individuales nüMaps Onetime, válidas por un único trimestre y a un precio de 80 euros. Pero no deja de ser un intento de obtener beneficios con la renovación de los planos, algo por lo que muy pocos están dispuestos a pagar. Algún día no muy lejano, los fabricantes de navegadores GPS acabarán rindiéndonse ante la evidencia: el negocio está en la venta de los dispositivos y los mapas deben ser un extra gratuito para sus clientes.