Cuánto daño ha hecho la saga de James Bond. Sobre todo porque, aunque la mayoría de aspirantes a espías se hagan con un reloj con videocámara como el de la firma japonesa OTAS, el parecido más cercano a un espía que obtendrán será al del Súper Agente 86. Al fin y al cabo, se necesitan muchas cualidades y no sólo gadgets.

El indiscreto aparato diseñado por OTAS graba audio gracias a su micrófono y vídeo con una resolución de 352 x 288 megapíxeles. La cámara se oculta en el hueco del número 2 de la esfera. Dispone de 8GB de memoria que permiten almacenar, nada menos, que 15 horas de filmación. Sin embargo, la autonomía del reloj se limita a 80 minutos de duración.

Se recarga conectado al ordenador mediante puerto USB, a través del que también se pueden transferir datos. Así que si el usuario se aburre de grabar, también puede usarlo como pendrive.

Por suerte para quienes no les haga gracia ser filmados, sólo se encuentra disponible en Japón. Su precio es de 9.980 yenes, unos 77 euros al cambio. Pero que nadie cante victoria. La amenaza todavía existe por culpa de Secret Agent Camcorder Watch, otro reloj espía.

Vía: genultra