Insiste LG en tener los televisores más delgados del mundo. Después de aquel LH95 de sólo 25 milímetros de grosor, el fabricante coreano ha presentado ahora dos nuevas pantallas LCD que suben la apuesta hasta los seis milímetros de borde (exactamente 5,9 milímetros). Una absurda guerra en la que también se ha metido JVC junto a otras compañías. Aunque los usuarios preferiríamos que invirtiesen sus esfuerzos en mejorar el contraste, o que pudiesen mostrar satisfactoriamente las imágenes de definición estándar.

Los televisores son de 42 y 47 pulgadas, con peso de 6,1 y 7,3 kilogramos respectivamente, acorde a su perfil ultradelgado. Su resolución es Full HD (1080p), es decir, la máxima nitidez que alcanzan las pantallas domésticas de alta definición. Nada menos que 1.920 x 1080 píxeles con exploración progresiva, de mayor calidad que el habitual escaneo entrelazado (al menos para los ojos más avispados).

Su tecnología está basada en retroiluminación LED, que proporciona un nivel de brillo equivalente a 450 candelas por metro cuadrado. La tasa de refresco de imágenes es de 120 hercios, lo que implica un mayor número de fotogramas por segundo. Así se consigue mayor fluidez en escenas de acción y similares. El tiempo de respuesta es de ocho milisegundos, ligeramente por debajo de lo que cabría esperar.

De momento LG se ha limitado a darlos a conocer en un acto celebrado en Seúl, reservándose la información sobre su disponibilidad ni precios. Muy probablemente su reducido grosor sirva para engrosar el coste de unos televisores que, al margen de su delgadez, son bastante comunes y no aportan absolutamente nada nuevo.

Vía: iTech News