Es tan tierno que no parece un pendrive. Pero sí, el Polar Bear USB Drive es un oso polar fabricado por la firma Active que ejerce de pendrive cuando su amo lo necesita. No muerde, no ruge ni se alimenta de pescado. La primera función de este pedazo de oso es la de almacenar archivos en su interior. Lo gracioso de todo este asunto es que uno puede ir por la vida con un pendrive la mar de original, un oso que se parte por la mitad para ofrecerte unos sustanciosos GB de memoria. Pero veámoslo de cerca.
El Polar Bear USB Drive tiene el cuerpo fabricado de silicona no tóxica y está libre de sustancias non gratas como el PVC o el mercurio. Active Media Products ha fabricado una serie de osos con capacidades de 1, 2, 4, 8 y 16 GB, memoria suficiente como para almacenar varias enciclopedias que hablen de cómo sobrevive el oso en el norte de Canadá. Como buen USB moderno, es perfectamente compatible con USB 2.0, aunque también resiste el 1.1 a través de Windows (incluido el 7) y Mac.
Las medidas de este oso polar de pega son mas bien discretas. Estamos delante de un ejemplar de 66 x 37 x 21 milímetros, capaz de almacenar archivos durante un máximo de diez años.
Aunque ya existen compañeros de fatigas competentes como el Penguin USB Drive, lo bueno del oso de Active es que también resulta solidario. El 5% del importe de cada compra va destinado a la fundación World Wildlife Fund, dedicada a la defensa de los animales. El precio de cada oso polar puede oscilar entre los 9 y 30 euros, dependiendo de su capacidad. Los venden a través de Amazon.
Vía: Geeky-Gadgets