Es el invento para los que nunca salen en las fotos. Se llama Sony Party Shot y es una base motorizada  para la cámara de fotos que se encarga de buscar los rostros, las sonrisas y, cuando las encuentra, dispara la foto. La Party Shot no responde al típico trípode sobre el que colocar la cámara y activar la función de disparo automático. El hecho es que la propia cámara toma el control de la base y actúa según el sistema de reconocimiento de rostros. Como suena. Sigue a una persona en el mismo encuadre valiéndose del zoom, calibrando también las condiciones lumínimas del objetivo a retratar modificando automáticamente el modo.

La idea del Party Shot es capturar los momentos más intensos y divertidos de las fiestas, de modo que el disparador sólo se ejecuta cuando detecta que el objetivo o los objetivos a fotografiar están sonriendo dentro de su encuadre. De esta forma, es posible dejar la cámara de fotos conectada al Party Shot y pasar la velada con los amigos, que cuando nos vayamos a casa podremos ver las imágenes que este curioso robot ha capturado. Claro que el invento también tiene sus pegas…

Una de ellas tiene que ver con la compatibilidad. Al ser un producto Sony, la firma japonesa no ha pretendido crear un estándar, de modo que sólo es posible usar el Party Shot con dos modelos de cámara de la compañía: la Cybershot TX1 y la Cibershot WX1.

Si ya tenemos una de estas cámaras o si hemos pensado comprar una para poder usar el Party Shot, podemos comprar el chisme por 150 dólares (al cambio actual, unos 105 euros).

Vía: Espegizmo