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El revuelo levantado por el iPad es innegable. El tiempo dirá si ha estado justificado, o si los medios nos hemos precipitado a la hora de hacernos eco del último capricho de Apple. Entre sus funciones se encuentra la de ser un lector de libros electrónicos pero, ¿está mejor, o igual, dotado que los e – Book existentes hoy en día en el mercado?

Steve Jobs se ha empeñado en que su tableta sea un compendio de ocio multimedia. Pero según el dicho, quien mucho abarca, poco aprieta. Veamos si cumple el objetivo de sustituir al Kindle o a otros dispositivos.

kindledxespaña1Lo primero en lo que nos fijamos es en la pantalla. La del iPad mide unas estupendas 9,7 pulgadas, mientras que la de la mayoría de los e-Book oscila entre las cinco y seis pulgadas como máximo. Las únicas excepciones son Amazon Kindle DX, también de 9,7 pulgadas y Samsung E101, de 10 pulgadas. De todos modos, como dijo alguien, el tamaño no importa. En este caso, prima la calidad del panel. El iPad emplea tecnología LED, que termina por cansar la vista, mientras que los lectores de libros electrónicos usan papel electrónico. Un material que no fatiga, es muy ligero y consume bastante menos energía que el LED. Así que también ofrece una mayor autonomía. Precisamente, la duración de su batería es otro punto a favor del e – Book. El iPad alcanza las diez horas. Por su parte, la mayoría de lectores permiten visualizar hasta 8.000 páginas. Recordamos que El Quijote ronda las 1.300.

Otra acción que permiten algunos modelos, como Hexaglot  N158, es tomar anotaciones gracias a su sistema de reconocimiento de escritura. Al hacerlo con un stylus o lápiz electrónico, se gana en comodidad y se acerca al método tradicional de lectura. No es menos cierto que muchos e – Books incorporan WiFi, acceso a redes 3G y reproducen archivos de audio. Es decir, que terminan por ser dispositivos con cierta versatilidad, aunque su fin último sea servir de soporte a libros electrónicos. Vayamos a los formatos. Apple ha sorprendido al elegir ePub. Tiene un inconveniente técnico. Por lo visto, no se ajusta a publicaciones avanzadas, como cómics o manuales técnicos. Sin embargo, no lee PDF, cuando se trata de un estándar muy extendido.

Lo que también resulta obvio es que la aplicación iBooks promete ser muy atractiva. También se encuentra el amplio número de servicios que abarca el iPad además de ser un e-Book. En definitiva, tendrán que ser los propios usuarios los que consideren qué dispositivo se adapta mejor a sus necesidades.