Los pequeños también han sido protagonistas en el evento Apple que acaba de tener lugar en San Francisco. Acompañando al iPod touch mejorado, los nuevos iPod nano y iPod shuffle revitalizan la gama de reproductores musicales portátiles reducidos a la mínima expresión. Vuelven más compactos que nunca, y en el caso del primero con un nuevo aspecto casi irreconocible.
En efecto, la sexta generación de iPod nano supone un lavado de cara casi total. ¿Dónde está la clásica rueda de control, tan característica de los iPod? Pues ha sido sustituida por una pequeña pantalla táctil. También deja atrás sus antiguos diseños, estilizados o rectangulares, para adoptar un cómodo y muy comprimido formato clip. Incorpora la aplicación Genius para hacer tus pinitos como DJ, pero por desgracia ha desaparecido la cámara integrada y ya no reproduce vídeo.
El nuevo iPod shuffle no esconde tantas sorpresas. Vuelve a su look clásico con botón de control circular, conservando sus ya casi irreducibles dimensiones. Dado que carece de pantalla, la función VoiceOver nos hace de guía para saber qué canciones estamos escuchando. Su batería promete una autonomía suficiente para quince horas de reproducción continua.
Ambos se encuentran ya disponibles para quien quiera ponerles las manos encima. El iPod nano se puede encontrar en siete variedades de colores. La versión de 8 GigaBytes cuesta 160 euros, mientras que la de 16 GigaBytes llega a 190 euros. Respecto al iPod shuffle, su precios es de 50 euros con 2 GigaBytes de capacidad, en cualquiera de sus cinco colores.
