Desde la salida de Windows 10, Microsoft permite descargar cualquier versión del sistema operativo (Home, Pro, Enterprise…) de manera totalmente gratuita por un periodo limitado. Este periodo de prueba se mantiene durante los primeros 30 días a partir de la instalación del sistema en el ordenador. Una vez transcurrido el primer mes, Microsoft limita varias funciones de Windows 10 para instarnos a comprar una licencia válida. Pero, ¿qué pasa realmente si no activamos Windows 10 en el ordenador? Lo vemos.
Marca de agua de Windows 10 por todos los sitios
Así es. A partir del cumplimiento del periodo de prueba, Windows 10 mostrará una marca de agua en la esquina inferior derecha con el mensaje “Activar Windows. Ve a Configuración para activar Windows”. La marca en cuestión se colocará por encima de todas las ventanas de aplicaciones y programas, por lo que no podremos esconderla con otras ventanas o pestañas.
La buena nueva es que podemos quitar la marca de agua de Windows 10 de una manera relativamente sencilla. En el artículo que acabamos de enlazar explicamos cómo proceder paso a paso.
Olvídate de personalizar Windows 10 a tu gusto (fondos de pantalla, colores, temas…)
Probablemente la limitación más molesta. Con la desactivación de la licencia de prueba, Microsoft nos vetará la posibilidad de personalizar la apariencia del sistema a nuestro antojo. Y cuando hablamos de apariencia nos referimos a los colores de las ventanas, el fondo de pantalla y los temas que vienen por defecto en Windows 10.
Lo que hará Windows será establecer un fondo de escritorio en color negro y un color de enfatizado gris, azul o negro. También deshabilitará cualquier opción que nos permite alterar mínimamente la apariencia física del sistema operativo incluso recurriendo a aplicaciones de terceros.
Fuera sincronización con el resto de equipos de Microsoft
Otra de las limitaciones que Microsoft impone a todas las versiones de Windows 10 sin activar tiene que ver con la sincronización y el cruce de datos entre diferentes equipos del ecosistema. De esta forma, no podremos sincronizar archivos entre diferentes ordenadores (cookies, contraseñas, cuentas, historial de navegación…). Tampoco podremos aplicar una estética única a todos los equipos de Microsoft. Dicho de otra manera, los fondos de pantalla y los temas aplicados no se sincronizarán entre dispositivos.
Adiós soporte técnico
Con la compra de una licencia de Windows 10 o cualquier producto de Microsoft, la empresa nos ofrecerá soporte técnico personalizado a través de las propias opciones de sistema. Si bien podemos recurrir a los foros de Microsoft para recibir asistencia por parte de los moderadores, la asistencia personal no será reclamable a efectos legales.
Lo que sigue funcionando con Windows 10 sin activar
Más allá de las limitaciones impuestas por los de Redmond, lo cierto es que el resto de funciones del sistema se mantienen intactas. Por una parte, las actualizaciones del sistema se seguirán instalando con total normalidad. Lo mismo sucede con las actualizaciones de Windows Defender, que se instalarán sin ningún tipo de problema. De hecho, para mantener la integridad y seguridad del sistema, Windows 10 mantendrá activo su particular antivirus en todo momento, por lo que no tendremos que recurrir a soluciones de terceros.
Por lo demás, el sistema seguiría funcionando con total normalidad. El rendimiento no se verá mermado. Tampoco la instalación de nuevas aplicaciones y programas y el uso del disco. Todo seguirá funcionando como el principio, a excepción de las limitaciones que acabamos de mencionar.
