Kingston, fabricante de tarjetas de memoria y lápices USB de gran capacidad, ya comercializa sus dos primeras memorias de estado sólido (conocidas como SSD). Son las SSDNow, divididas en dos gamas diferentes. Por un lado tenemos la serie E, pensadas para uso empresarial. Y por otro está la serie M, para aquellos usuarios exigentes que busquen el máximo rendimiento en sus equipos.
Eso sí, las dos utilizan las unidades Intel X25-M. Lo que ocurre es que no poseen tanta capacidad, ya que los modelos de la línea E cuentan con 32 gigabytes de capacidad. Por su parte, los que pertenecen a la gama M disponen de 80 gigabytes para almacenar los datos. Su factor de forma es de 2,5 pulgadas. Y ambas series utilizan una interfaz de conexión eSATA, que proporciona alta velocidad a la hora de transferir archivos (1,5 ó 3 gigabits por segundo).
No en vano, uno de los principales beneficios de las memoria SSD es que son más veloces que un disco duro convencional. Así, pueden leer los datos a 250 megabits por segundo, mientras que la velocidad de escritura es de 170 megabits por segundo (y sólo 70 megabits por segundo en las Kingston SSDNow serie M). En la práctica, eso se traduce en que las aplicaciones se inician mucho más rápido y que el sistema requiere menos tiempo para arrancar.
La ausencia de partes móviles hace que sean más resistentes de lo común. Además, favorecen el ahorro al consumir menos energía que otras unidades de almacenamiento. O que puedan funcionar bajo temperaturas extremas. También son bastante ligeras, en torno a los 80 gramos. Aparte, las SSDNow están equipadas con la tecnología S.M.A.R.T., que vigila su fiabilidad y avisa si hay posibilidad de que exista un fallo.
El precio definitivo para estas unidades SSD de Kingston aún no ha sido facilitado. Pero algunos establecimientos ya le han colocado un importe aproximado entre 600 y 800 dólares (de 462 a 617 euros) para el modelo M de 80 gigas. Curiosamente, una unidad Intel X25-M (la misma que utilizan estas SSDNow) sólo cuesta 500 dólares.
Vía: PCLaunches
