Tanto el verano como el invierno son dos estaciones en las que la factura eléctrica se dispara. Las altas temperaturas fuerzan a trabajar a nuestros refrigeradores a una mayor potencia; ventiladores y aires acondicionados funcionan durante horas… Todo ello unido a nuestro gasto energético habitual: carga de dispositivos móviles, televisiones, electrodomésticos, ordenadores… Como en lo último en lo que querrás gastarte el dinero este verano es en un consumo energético innecesario, te dejamos cinco consejos para que economices al máximo en tu casa.
Persianas bajadas
Una de esos mitad mitos, mitad leyenda urbana que circulan de toda la vida. Pero lo cierto es que si quieres mantener la temperatura de tu casa un par de grados por debajo, lo suyo es que dejes bajadas las persianas durante las horas de sol. Especialmente allí donde éste impacte directamente. Evitando que los rayos del sol entren en tu casa conseguirás una atmósfera ligeramente más fresca. Mantener esta costumbre durante todo el verano es una lógica a seguir, no un hecho puntual para obtener resultados a corto plazo.
El aire acondicionado por encima de 25 grados
Puede parecer demasiada temperatura, pero entre los 22 y los 28 se encuentran las temperaturas más agradables para vivir. Si en invierno no solemos subir de los 21 ó 22 grados, lo suyo es que (pensando en la eficiencia energética) en verano no bajemos de los 24 ó 25 grados. Teniendo en cuenta el tamaño medio de las estancias españolas, con una temperatura programada de hasta 28 grados podemos obtener una climatización eficiente durante varias horas de funcionamiento. Más que suficiente para quitar el calor de la sala y obtener unos resultados de consumo energético óptimo. Por supuesto, mantén las ventanas (y al ser posible las puertas) cerradas mientras que esté en uso.
Ojo con los aparatos enchufados a la red
Hace unos días te hablamos del consumo eléctrico que los aparatos del hogar tenían estando tan solo enchufados a la red. Un coste medio por casa en nuestro país de unos 60 euros al año. Enchufar los aparatos a regletas con botón de encendido/apagado y desconectar todo aquello que no se utilice puede ahorrarnos más de 20 euros en todo el verano. Cargar el móvil en el trabajo, así como tabletas son pequeños trucos que te harán ahorrar céntimo a céntimo.
Ventiladores, mejor de techo
El ventilador no solo es un producto que sustituye al aire acondicionado allí donde su instalación no es posible. También es un complemento al aire que puede ayudar a reducir la factura. El consumo de este aparato es incluso inferior al de una lámpara y ayuda a dispersar el aire que emana del split. Una solución ideal para refrigerar las estancias por la noches. La apuesta por una categoría energética eficiente (A o superior) se amortizará rápido.
Prescinde de la iluminación…
Y de cuantos elementos electrónicos puedas. Todos los aparatos, desde móviles a hornos emanan calor. Y con estas temperaturas, el calor desprendido por éstos será aun mayor. Prescindir de un uso simultáneo de televisión, tableta, móvil incluso portátil refrescará la estancia, te dará una mayor sensación de fresco en tu cuerpo y te servirá para ahorrar energía. Con las iluminación, por muy LED que sea, más de lo mismo. Procura encender el menor número de bombillas o lámparas posibles.