No importa que lleguen los reproductores con pantalla táctil o los móviles musicales. Hay algunos que siguen aferrándose como un clavo ardiendo a su vieja colección de vinilos. Los tocadiscos de diseño que propone Redpoint están pensados para todos esos melómanos que se resisten a dar el paso a los formatos digitales. Porque ni siquiera son de esos modelos que convierten las canciones en MP3. Sólo reproducen los discos, nada más.

Eso sí, están fabricados con materiales de primera línea. La base está hecha de aluminio, mientras que el plato es de teflón reforzado con aceite de silicona. Pero lo que más llama la atención es su indiscutible espíritu retro. Y es que ya no confiábamos en volver a ver un giradiscos de tres piezas con sistema de correa en pleno siglo XXI.

Entre las diferentes opciones de personalización que ofrecen al cliente, podemos escoger distintos acabados en chapa metálica de varios colores, cromado o titanio entre otros. También tenemos diferentes opciones para el diseño del brazo, aunque todos siguen el mismo patrón estilístico. En todos ellos es común el motor de doce voltios.

Es una pena que este capricho analógico también esté acompañado de un precio bastante elevado. El Model A de Redpoint, que es el tocadiscos más básico de toda la gama, cuesta nada menos que 10.500 libras esterlinas (11.335 euros aproximadamente). Sólo para fanáticos del sonido de la aguja.

Vía: Bornrich