En Mitsubishi se han adelantado más de la cuenta. Los televisores que forman la nueva línea Home Theater TV no son como aquellos monitores láser o sus pantallas táctiles que no hacen falta tocar. Estos están preparados para reproducir imágenes tridimensionales procedentes de las cadenas de televisión, del reproductor doméstico o de la consola de videojuegos. El problema es que todavía se trata de una tecnología en estado embrionario, que prácticamente nadie usa y a la que le queda aún muchísimo para asentarse.

Existen dos series diferentes dentro de la gama. La primera de ellas es la serie 737, compuesta por televisores de 60, 65, 73 y 82 pulgadas. La segunda es la serie 837, de 65, 73 y 82 pulgadas. Es decir, todos ellos de tamaño realmente grande. Para ver la tele o el cine a toda pantalla, nunca mejor dicho. Quizás más de lo que necesiten en muchas casas. El principal denominador común entre ellos es la ya citada tecnología 3D Ready, aunque tampoco existen grandes diferencias entre unos y otros.

Todos ellos poseen resolución de alta definición con calidad Full HD (1080p) de 1.920 x 1.080 píxeles y escaneo progresivo (para aumentar la nitidez). Los de la serie 737 parten además con tecnología Smooth 120Hz, que suaviza las imágenes en escenas con mucho movimiento (deportes o pelis de acción). También se distinguen por emplear un procesador especial que, según el fabricante, produce unos colores más vívidos. E incluyen al mismo tiempo numerosos sistemas para mejorar la imagen, tales como mayor profundidad de campo o reducción de interferencias de señal.

No podían faltarles las conexiones HDMI específicas para la alta definición, y de hecho cada uno de ellos está provisto con cuatro puertos de este tipo. Y en el caso de la serie 837 se menciona además un puerto USB, al que podríamos conectar un disco duro o un lápiz de memoria para reproducir contenidos que tengan almacenados.

Todos ellos se encuentran ya disponibles al otro lado del charco. Por supuesto, con unos precios no aptos para todos los públicos. Así, el más económico de ellos es el WD-60737, que cuesta unos 1.500 dólares (1.126 euros). El contrapunto lo pone el WD-82837, por el que hay que desembolsar 5.000 dólares (3.755 euros). Y a saber cuándo podremos aprovechar realmente su tecnología 3D Ready.

Vía: Engadget HD