Cuando un fabricante como Fujifilm saca a la calle una cámara como la Finepix S200EXR, se pone en cuestión la oportunidad de poner a la venta una cámara SLR, más cara que la mayoría de las compactas, en un momento en que la crisis ha azotado todos los bolsillos.  Se trata sobre todo de comprobar si reúne virtudes suficientes como para convencer a los aficionados avanzados a la fotografía de que inviertan en un equipo nuevo en lugar de apañarse con el que ya tienen

La cosa no empieza mal. La Finepix S200EXR de Fujifilm tiene un sensor Super CCD EXR capaz de tomar imágenes de 12 megapíxeles. Sumando a la ecuación el zoom óptico Fujinon de 14,3 aumentos, equivalente a un 30,5 – 436 mm, es el aparato más avanzado de la casa hasta el momento. Pero probablemente esto no baste para convencer a los aficionados de que echen mano al bolsillo y que rasquen esos últimos ahorrillos. Fujifilm es un fabricante con mucha experiencia y el toque justo de picardía. Por eso, aunque en este caso tanto la óptica como el sistema de adquisición de imagen son buenos, ha cargado las tintas en el capítulo de prestaciones adicionales.

Esta cámara incorpora un modo de enfoque profesional, y otro específico para situaciones de muy baja luz, aquellas en las que el sistema de enfoque automático suele enloquecer moviéndo el objetivo adelante y atrás sin saber a qué carta quedarse. Además incorpora cinco modos de simulación de película (¡ah! la vieja película). Es posible tomar imágenes en un modo que emula el blanco y negro, y otro sepia ideal para las fotos de hace un siglo. La pantalla del visionado tiene 2,7 pulgadas, y con un filtro de alto contraste que facilita el visionado incluso con luz directa. La inteligencia del flash se ha mejorado, de manera que ahora la distribución de la luz es más eficaz. Incluso la batería dura hasta un 50% más que en modelos anteriores como la FinePix S100FS.

La combinación de óptica y sensor en este caso tiene resultados parecidos al ojo humano. Puede obtener imágenes en tres modos: un modo de alta resolución, en el que toda la energía se gasta en alcanzar esos 12 megapíxeles, uno que amplía el rango dinámico tomando dos imágenes de seis megapíxeles del sujeto, una con la referencia de las luces más altas y otra con la de las más bajas. Por fin hay un tercer modo de alta sensibilidad y bajo ruido que empareja los píxeles de dos  en dos para producir imágenes de seis megapíxeles, pero con la capacidad de obtener esas imágenes en condiciones muy difíciles de luz sin que se incremente el ruido o el grano. También incorpora seis automatismos fotográficos. Hay uno de retrato, otro de noche, el típico del paisaje, el de macro, uno de retrato nocturno y por fin el de fotografía a contraluz. La cámara no sólo va a elegir las combinaciones más adecuadas de balance de blancos, apertura y velocidad, sino que además elegirá entre los tres modos de los que ya hemos hablado. Por fin, la cámara puede tomar secuencias de vídeo a 640 x 480 píxeles, con una velocidad de 30 cuadros por segundo.