La Olympus SZ-10 es una cámara de fotos digital de 14 megapíxeles, que integra un sensor CCD de 1/2,3 pulgadas con un filtro de colores primarios. Pesa 215 gramos, pero resulta fácil de sujetar -sobre todo para los fotógrafos diestros-, gracias al resalte de la carcasa que hace de empuñadura. Lleva un gran angular que equivaldría a un objetivo 28-504 mm en fotografía tradicional. El enfoque automático es TTL (a través del objetivo) y con detección de contraste para una mayor precisión.
Esta Olympus ofrece hasta dieciséis modos de escena, entre los que figuran retrato, luz de velas, cocina, deportes o playa y nieve, entre otros. La escena de belleza camufla los defectos del cutis del sujeto fotografiado. Para conseguir resultados curiosos, el usuario puede recurrir a los filtros digitales “mágicos” de ojo de pez, pop art, dibujo o acuarela, por ejemplo, válidos tanto para vídeos como para fotos, salvo el de destellos (que añade reflejos a los objetos de la imagen).
El formato de grabación de vídeo es MPEG-4, y el audio se almacena en formato AAC. La calidad más alta es 720p, con una duración máxima de 29 minutos (o un tamaño de 4 GB). Sin embargo, cuando graba en calidad VGA no se aplica esa limitación. El usuario deberá ser cuidadoso, porque el estabilizador de imagen no funciona en el modo de vídeo.
La pantalla LCD-TFT es de 3 pulgadas. Tiene un puerto USB 2.0, una salida HDMI y una salida A/V (a través del conector USB). La capacidad de la memoria interna es de 59 MB, que se completan con tarjetas de memoria de tipo SD, SDHC y SDXC. A partir de este mes de febrero la Olympus SZ-10 estará a la venta en España con la carcasa exterior en dos colores para elegir: negro o plata.
