Los teclados de los ordenadores portátiles son un auténtico engorro a la hora de escribir, o incluso de practicar con videojuegos. Por eso se agradece la llegada de un equipo inalámbrico como el Wireless Keyboard K36 de Logitech. Este teclado inalámbrico permite sustituir con ventaja en determinadas tareas al teclado del portátil, aportando no sólo comodidad, sino una mayor libertad de movimientos.
Es más grande que el teclado que llevan los portátiles, pero al menos un 20% más pequeño que un teclado de sobremesa. Esto no significa que se haya disminuido el tamaño de las teclas. Pese a todo, el equipo es ideal para manejar cualquier tipo de ordenador desde el sillón del salón, pero también en la oficina o en el despacho.
Es un equipo que no hay que prestarle excesiva atención desde el punto de vista del mantenimiento. Pero sobre todo lo que impresiona es su autonomía de casi tres años con un uso normal. El receptor inalámbrico es tan pequeño que se puede dejar sin problemas conectado al ordenador sin que sobresalga ni moleste.
Para los aficionados a escuchar música en el ordenador, y los que prefieren ver películas, se alegrarán de encontrar seis teclas dedicadas con las que es posible pausar una canción, pausar el video, subir y bajar el volumen, etcétera. Además de eso hay 12 teclas de función programables para abrir de un solo toque las aplicaciones más usadas. Cuesta sólo 30 euros.