La empresa californiana SuperTalent, especializada en memorias de ordenador, ya ha captado nuestra atención otras veces, como cuando presentó el lápiz USB más pequeño del mundo o, al menos, el más pequeño de los resistentes al agua. Ahora nos sorprende con un disco duro de estado sólido o SSD de alta capacidad (120 GB) y precio contenido para lo que viene siendo habitual en los discos duros de este tipo: 450 euros.

Tiene unas dimensiones de tan sólo 100,2 x 69,9 x 9,5 mm, las equivalentes a un disco duro tradicional de 2,5 pulgadas. El mismo tamaño que los minidiscos que empleamos para almacenar documentos o enchufar a nuestro televisor para ver películas, pero con la última tecnología en el desarrollo de discos de estado sólido. Un tipo de disco que, sobre todo, es más rápido que el tradicional de platos giratorios y cabezal.

Pertenece a la serie MX, una serie de memorias tipo flash donde SuperTalent ha reducido los costes de fabricación empleando un tipo de memoria MLC (Multi-level cell) en vez de Single Level Cell (SLC), con lo que introduce más memoria en un espacio dado y se reduce el precio a menos de la mitad. Esta elección de tecnología le permite leer datos secuenciales a 120 MB por segundo y escribir a 40 MB por segundo.

La característica más llamativa de esta serie es sin duda el precio. Aunque no se acerca todavía al de los discos duros convencionales, sí se ha reducido drásticamente frente a modelos anteriores. Basta contemplar algunas cifras para ejemplificar este hecho: el modelo de 120 GB tiene un coste de 700 dólares (unos 450 euros), el de 60 GB cuesta 450 dólares (290 euros) y el de 30 GB desciende hasta los 300 dólares (194 euros).

La empresa americana también ha puesto en venta la serie DX de memorias SLC, más rápidas (70MB/s en escritura, un 75% más eficiente que las MLC) pero de costes más altos. Tanto que el modelo de 30 GB de esta serie de altas prestaciones cuesta lo mismo que el de 120 GB de la otra.

De momento solo vemos los discos duros de estado sólido (SSD) en portátiles ultraligeros como el Asus Eee PC o el Airis Kira, pero pronto se extenderán a todos los ordenadores. Son superiores en casi todos los sentidos a los discos duros convencionales: su velocidad de lectura y escritura es mayor, su tiempo de arranque es inferior, tienen menor peso y tamaño, consumen menos energía (no necesitan de un mecanismo que haga girar un disco ni mover una aguja sobre él) y son más silenciosos.

Sus únicos grandes defectos son su mayor vulnerabilidad a fallos y sobre todo los elevados precios, el factor que les está impidiendo destronar de forma definitiva a los discos duros tradicionales. Pero como suele ocurrir cada vez que llega una nueva tecnología, es cuestión de meses el que empiecen a caer en picado los precios de este sistema de almacenamiento. Y si hasta hace poco veíamos que sus capacidades de almacenamiento estaban muy limitadas con respecto a los modelos convencionales, en esta nuevas series de memorias SSD encontramos modelos de hasta 256 GB.

El disco duro tradicional tiene los días contados. No podemos evitar finalizar con una frase tan lapidaria porque es la realidad: con la vertiginosa caída de precios y aumento de capacidad que están experimentando los discos duros de estado sólido (SSD), será cuestión de pocos años que terminen de imponerse en el mercado.


Vía: electronista y wikipedia (información SSD)