nokia_7205_intrigue_1

El Nokia 7205 Intrigue es un teléfono móvil que recuerda mucho al Sony Ericsson T707. Ambos modelos tratan de seducir al cliente con un diseño elegante y pulido, pero sólo para tratar de disimular sus importantes carencias técnicas. A fin de cuentas, se trata de un terminal con poco o nada que ofrecer a estas alturas de la película.

Es un teléfono de tipo concha, de unos 90 gramos de peso, que incorpora una pantalla muy común: 2,2 pulgadas de tamaño, resolución de 240 x 320 píxeles y capacidad para mostrar 262.000 colores. Como es habitual en estos terminales, también dispone de una pequeña interfaz externa, con tecnología PMOLED y resolución de 176 x 32 píxeles. Sirve para comprobar de un vistazo qué hora es o cuánta batería nos queda, y posee el detalle de estar muy bien integrada en la carcasa para que tenga un acabado más distinguido.

nokia_7205_intrigue_2

Su sección multimedia tampoco ofrece demasiado. Cuenta con una cámara de fotos de muy poca definición (dos megapíxeles) y ni siquiera lleva sintonizador de radio. Sí que incorpora conectividad inalámbrica Bluetooth con soporte para el perfil A2DP. Y aunque no es el móvil más cómodo para conectarse a Internet, teóricamente podría descargar vídeos y canciones en formato digital.

Su memoria interna es de 180 megabytes, que en principio parecen suficientes para un teléfono tan sencillo y limitado. De todos modos, quienes no tengan suficiente con eso y necesiten más capacidad de almacenamiento, pueden añadir tarjetas de memoria microSD de hasta ocho gigabytes.

Precisamente al ser tan poco exigente, este Nokia 7205 Intrigue se permite el lujo de anunciar una autonomía de 4,5 horas en conversación y once días en espera. Por el momento sólo se podrá adquirir en Estados Unidos, en color negro o con detalles en rosa. Claro está, con un precio popular de 130 dólares (96 euros), además de tener que firmar un contrato con la operadora Verizon.

Vía: Espegizmo