Es el nuevo reclamo con el que los fabricantes de réflex digitales pretenden seducirnos: la grabación de vídeo en alta definición. La última en incorporar esta función es la Nikon D5000, justo a tiempo para plantarle cara a la Canon 500D. Aunque no ofrece el máximo de resolución, ya que se queda sólo en 720p. Además, carece de foco automático en modo vídeo y el sonido no es estéreo. Sí dispone al menos de la clásica salida HDMI para conectarla directamente al televisor.
Pero no olvidemos que, a fin de cuentas, se trata de una cámara de fotos. Y para registrar dichas imágenes cuenta con un sensor de 12,3 megapíxeles. En este modo sí que podremos activar el autofoco de once puntos, que encima incluye un sistema de seguimiento de objetos para que aparezcan enfocados correctamente (similar al típico detector de rostros).
En caso de que no haya suficiente luz, puedes forzar su sensibilidad fotográfica hasta 3.200 ISO, o incluso 6.400 ISO sacrificando parte de su resolución. O dejar en manos de la cámara los valores de exposición y apertura, en caso de que escojamos el modo de selección de escena automática. Aparte, es capaz de captar hasta cuatro instantáneas por segundo.
También incluye una pantalla LCD que ofrece total libertad de movimiento, como viene siendo habitual en los últimos modelos de Nikon (recordemos la Nikon P90, por ejemplo). Puedes girarla y orientarla en casi cualquier ángulo, lo que te facilita la tarea si quieres obtener encuadres complicados. Evidentemente dispone de sistema Live View para ver lo que estamos enfocando a través de la pantalla.
Esta Nikon D5000 saldrá a la venta a finales de este mes, aunque su precio inicial puede echar para atrás. Sólo el cuerpo, que tiene unos 450 gramos de peso, costará 730 dólares (548 euros). Y el kit con objetivo Nikkor de 18-55 milímetros se irá hasta los 850 dólares (638 euros). Eso teniendo en cuenta que en Europa tendrán un precio mayor.
Vía: Zone-Numérique