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Un marco digital que imprime fotos o una impresora con pantalla integrada. El Epson PictureMate Show PM 300 es más bien ambas cosas. Un aparato híbrido que, al igual que el Sony DPP-F700, aglutina las funciones de dos dispositivos al mismo tiempo. Siempre y cuando uno considere un chisme con forma de nevera para la playa es lo más adecuado para la decoración del salón.

Su pantalla es la clásica de los marcos digitales. A saber:  7 pulgadas de diagonal y definición de 800 x 600 píxeles. Dispone de doce modos de presentación diferentes y permite la edición básica de imagen. Recortes, rotaciones, cambios de tamaño y demás operaciones habituales. Una vez arregladas, tarda 37 segundos en imprimir las fotos, en papel de 10 x 15 centímetros y a una resolución de 5760 x 1440 puntos por pulgada.

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Ya se podían haber estirado un poco más a la hora de agregar su memoria de almacenamiento interna. Su capacidad de 270 MegaBytes se antoja escasísima para un producto de este tipo en los tiempos que corren. La solución está en usar su puerto USB o sus ranuras para tarjetas de memoria. Al ser PictBridge, también sirven para imprimir copias de las fotos sin conectarlo al ordenador. Opcionalmente también se puede equipar con tecnología inalámbrica Bluetooth.

Por el momento el Epson PictureMate Show PM 300 ya lo tienen a su disposición en Estados Unidos. Entre una cosa y otra, este pintoresco “dos en uno” cuesta nada menos que 300 dólares (200 euros). Quizás se podría abaratar el precio si excluyesen el mando a distancia, al que difícilmente se le podrá sacar provecho.

Vía: Electronista