Las actualizaciones de Windows 10, por lo general, no suelen generar conflicto alguno con el sistema. Desgraciadamente esto no es siempre así, sobre todo desde las últimas actualizaciones de Windows Defender y el paquete October. Lo bueno es que podemos forzar el inicio de Windows a través de varias soluciones sin formatear el ordenador. En esta ocasión os enseñaremos varios trucos para arreglar el inicio si Windows 10 no arranca después de actualizar. Compatible con cualquier versión tanto de Windows 10 como de Windows 8 e incluso Windows 7.
Solución 1: entrar en Modo seguro si Windows no arranca (pantalla negra)
El primer método para arreglar el inicio de Windows se basa en recurrir al Modo seguro para desinstalar la actualización de Windows 10 que nos está generando el problema en cuestión.
Para entrar en dicho modo, podemos hacerlo siguiendo los siguientes pasos:
- Mantén pulsado el botón de apagado durante al menos 10 segundos para apagar el ordenador y presionarlo nuevamente para encenderlo
- Presionar nuevamente el botón de apagado durante 10 segundos cuando nos aparezca el logo de Windows o algún signo de que el sistema se ha iniciado aunque se muestre una pantalla negra
- Repetir el mismo proceso las veces que sean necesarias hasta que veamos una pantalla similar a la que podemos ver encima del primer párrafo
- Si lo anterior no nos ha funcionado, tendremos que mantener pulsadas las teclas Windows + R al mismo tiempo durante el proceso de encendido las veces que sean necesarias
Dentro del menú de recuperación de Windows 10, el proceso es tan sencillo como entrar en Solucionar problemas/Opciones avanzadas/Configuración de inicio/Reiniciar/Habilitar modo seguro (también podemos recurrir a Modo seguro con funciones de red). Acto seguido el ordenador se reiniciará en Modo seguro.
El último paso para arreglar el inicio si Windows no arranca después de una actualización es desinstalar dicha actualización. Podemos hacerlo en el Panel de Control de Windows en los apartados de Programas/Programas y características/Actualizaciones instaladas.
Tan simple como seleccionar los paquetes instalados a partir de la fecha de error y reiniciar el sistema para que los cambios se aplique correctamente.
Solución 2: reparar el inicio de Windows 10 si el sistema no arranca tras actualizar
¿No nos ha funcionado lo anterior? Entonces podemos recurrir a la Reparación de inicio de Windows 10 a través del menú de recuperación. La forma de acceder a la misma es idéntica a la explicada en la solución anterior.
Una vez estemos dentro de WinRe, le daremos a Solucionar problemas/Reparación de inicio. Introduciremos nuestra contraseña y acto seguido el ordenador comenzará a reparar el inicio de Windows 10 de forma automática.
Solución 3: volver a una compilación anterior si Windows 10 no arranca tras actualización
Si lo anterior tampoco nos ha funcionado, la solución pasa por volver a una versión del sistema anterior.
Dicha opción podemos encontrarla en WinRe (menú de recuperación de Windows); concretamente en Solucionar problemas/Volver a la versión anterior. Tras un proceso de desinstalación de Windows, el sistema volverá a la versión anterior a la actualización que nos ha generado el problema en cuestión.
Solución 4: restaurar Windows 10 sin perder los archivos
La solución más drástica y la que solventará todos nuestros problemas. Lo mejor es que gracias a la opción de Restaurar sistema incluida en el menú de recuperación de Windows no perderemos ningún archivo.
La opción en cuestión puede encontrarse en el mismo menú anteriormente citado. Tras pulsar sobre esta, el ordenador buscará algún punto de restauración que el sistema haya creado anteriormente para restablecer el equipo.
Solución 5: formatear Windows 10 si el sistema no encuentra puntos de restauración
En el caso de que Windows no haya encontrado punto de restauración alguno, tendremos que recurrir al formateo del ordenador para reinstalar el sistema desde cero a través de un USB o disco duro.
Hace algunas semanas explicamos cómo formatear Windows 10 sin perder archivos desde un pendrive a través del instalador de Windows de forma sencilla. Eso sí, necesitaremos otro ordenador con Windows para llevarlo a cabo.