El terremoto de Japón hizo estragos entre las marcas punteras y sus lanzamientos se han pospuesto por falta de piezas. Pero parece que poco a poco los japoneses se reponen y en breve podremos ver una de las cámaras más esperadas de este año: La Sony Alpha A35. Los rumores apuntan a que la presentación oficial podría producirse el 3 de junio, y muchos señalan esta fecha en el calendario por las cámaras han levantado mucha expectación. Para esta misma fecha también esperamos la Sony NEX C-3.
Y eso que a estas alturas ya conocemos muchas de sus características. La Sony Alpha A35, relevo de la A33, tendrá un un sensor de 16 megapíxeles que se manejará bastante bien en condiciones de poca luz. De hecho, podrá subir hasta los 12.800 ISO, un valor nada despreciable, pero tendremos que esperar a tenerla en las manos para juzgar su tratamiento del ruido de imagen.
También sabemos que la grabación de vídeo ha sido mejorada y que podrá mantener el autofocus aunque juguemos con el zoom mientras grabamos. Una de las ventajas que más nos gusta es la ráfaga a siete tomas por segundo. Está a años luz de sus competidoras, ya que el espejo de esta cámara no se mueve. Nos queda por ver si Sony ha mejorado el sistema de espejo traslúcido con un mejor visor. Uno de los puntos más criticados de estas cámaras es que, por muy bueno que sea el visor electrónico, no puede igualar a nuestro propio ojo.
Es una de réflex más esperadas de este año. Su antecesora, la A33, prometía mucho, pero sus avances quedaron algo ensombrecidos por sus problemas. El sensor de calentaba demasiado grabando vídeo, y provocaba que la cámara se apagase por seguridad. Además el espejo traslúcido aumentaba la velocidad de las ráfagas, pero también creaba un efecto de cuello de botella en la memoria de la cámara. Eran muchas fotos por segundo, pero al final se quedaban en un máximo de 20 seguidas antes de la memoria colapsara. Nos queda por saber hasta que punto Sony habrá trabajado en mejorar estos defectos.
Si que sabemos que habrá mejora en el HDR automático, y que su precio rondará los 700 euros. Un precio a la altura de las gamas de iniciación de sus grandes competidoras, aportando ese puntito de tecnología punta que nunca le falta a la marca japonesa.